miércoles, 27 de febrero de 2013

LA HABANA PARA UN INFANTE DIFUNTO

Encuadernación bradel en badana y vaquetilla. Cortes glaseados con plantilla de reserva. Guardas de tela. Camisa con broches en piel vuelta. 


 El cine me inspiró para realizar esta obra, el diseño principal que va gofrado y quemado al humo, en el plano anterior simula una escena que representa rotulado en un esconchón o caliche sobre una pared enladrillada, proyectada desde el plano posterior a partir de una retrovideocámara, realizada en una huella que deja su impronta.



Me gustó mucho este libro, es una novela para preadolescentes. Es una historia en la que te metes bastante por la sensación que transmiten los personajes. Es entretenida, un libro ligero, gracioso y muy curioso.  




Es el cine, precisamente el cine de Hollywood, la séptima musa que inspira al autor, y así el epígrafe tomado de King Kong ("Parece que las rubias escasean por estos pagos") es el anuncio de la obsesión que motiva al narrador al principio: la cacería de rubias, verdaderas o falsas y ésa es su perdición aparente. 



El erotismo aliterante, la paronomasia de los sentidos y la constante comicidad -el autor se declara un comediante paralizado por el miedo escénico- parecen ser las marcas de fábrica de La Habana Para un Infante Difunto, además de la busca nostálgica de una ciudad perdida.»


 A pesar de todo es bastante sencillo tanto en la trama como en la forma de narrarlo.

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